sábado, 6 de junio de 2009

Y...la cancha no dejó jugar


Argentina ganó 1-0 a Colombia en el estadio Monumental de Bs.As. y se ubicó tercero en la tabla de las Eliminatorias Sudamericanas para la Copa del Mundo Sudáfrica 2010. El gol argentino lo marcó Daniel Díaz, en el arranque del segundo tiempo. Fue la cuarta victoria sobre cinco presentaciones de Maradona como DT albiceleste.
En un trámite por demás luchado, la propuesta del local se vio interrumpida por el sacrificio y la entrega del mediocampo colombiano, que durante los 90 minutos luchó cada balón como si fuera el último y no dejó grandes espacios para la creación del rival. La línea de cuatro que plantó Lara funcionó perfectamente y no tuvo mayores inconvenientes para bloquear el tridente ofensivo de Argentina. Entre Yepes y Armero se movió la gran figura del fútbol mundial en los últimos días, Lionel Messi. Se movió es una forma de decir, porque se lo devoraron entre los defensores colombianos. Sólo un chispazo del crack se vio en la fresca tarde del Monumental, cuando ejecutó un tiro libre de zurda con destino de gol pero la bocha rebotó en el travesaño. El tiempo explicará la diferencia entre un fútbol glamouroso y el rigor físico pero leal que proponen algunos equipos.
El trabajo de Perea fue correcto y hasta tuvo rasgos propios de aquel lateral derecho que deslumbró al mundo futbolístico en la final Intercontinental 2003. Si bien Zapata fue el que más sufrió por su sector, con el correr de los minutos se afirmó con solvencia.

Pero el hecho era ver que le iba a aportar la "Brujita" Verón en la función de volante creativo a este seleccionado, que si bien tiene muchas diferencias con el que dirigió Bielsa durante 5 años, se para con el mismo 3-3-1-3. El primer tiempo lo encontró con poca participación y recorriendo la cancha en toda su extensión, con piques de un área a la otra y poco panorama del partido, algunos pases en profundidad bastante imprecisos y un fastidió elocuente que se plasmaba en las faltas reiteradas que cometió en mitad de cancha. En el segundo tiempo salió otro Verón, uno que se acercó mas al que vemos los fines de semana en Estudiantes de La Plata, como organizador nato y marcando el camino pese a la presión constante del mediocampo colombiano. Su compañero de doble cinco, Mascherano, fue un clon de su habitual acompañante, "Chapu" Braña. Cortó los avances visitantes, robó muchos balones y fue la rueda de auxilio que necesita todo equipo.
El ingresó de Zanetti aportó más confusión que orden, aunque el despliegue clásico del volante del Inter compensó dicha falencia. El apresurado cambio de Aguero no solucionó nada, pues Milito nunca quedó en posición de gol y sus asistidores tampoco lo buscaron mucho. Tévez se mostró intrascendente durante su estadía en la cancha y fue reemplazado a poco del final por Burdisso.
Justamente el último cambio marcó una pauta en cuanto a la forma y el como de el triunfo ante Colombia. Esta clase de partidos asperos que se presentan en las Eliminatorias no dejan margen de error. Su hermetismo en el resultado, explicando en el dicho "hace el gol, gana", muestra a las claras que ganar jugando un fútbol vistoso es muy complicado, y por supuesto arriesgado. Entonces no está mal intentar desplegar un sistema de juego durante el 80% del partido, y los restantes minutos asegurar el resultado y la integridad de los titulares que deberán estar recuperados para el próximo miércoles en la altura de Quito.


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