domingo, 26 de abril de 2009

El miedo a dejar de ser


La gente de Tres Arroyos que se movilizó hasta Tandil para alentar a Huracán merecía ser homenajeada con un triunfo, independientemente de la indisimulable y exagerada diferencia de nivel de juego entre un equipo y otro. Y porque hubiese sido un doble brindis para los tresarroyenses en la última jornada de los festejos por los 125 años que cumplió el pasado viernes la ciudad cuadrada.
Mención obligada, nos compete hablar de la difícil situación que le toca vivir al Globo en el Torneo Argentino A. La derrota de ayer frente a Santamarina lo dejo tambaleando y le dio vida a la ilusión de Alvarado, que de ganar hoy en Bahia Blanca vs Villa Mitre, quedará a un punto de Huracán. En la última fecha el equipo de Zwenger recibe a VM y los marplatense visitan a Rivadavia en Lincoln. Si el Torito pierde uno de su dos encuentros restantes le asegura la permanencia en la categoría al equipo tresarroyense.
Este oscuro panorama que aflora tarde en los medios encargados de cubrir la campaña de Huracán en el torneo es, desde comienzos de 2009, responsabilidad absoluta del plantel. Y como en todo plantel, los líderes son los que marcan el camino a seguir. Son los que eligen el destino de los técnicos, quienes a pesar de tener una vasta trayectoria y varios trofeos en sus vitrinas, muchas veces no pueden torcer la historia porque el equipo juega a perder, aunque su disimuló dentro de la cancha y en los micrófonos terminan de convencer a todo Tres Arroyos, incluido el periodismo y aquellos plateístas que gastaron mucha plata para ver Huracán pelear el ascenso.
No se le puede caer con todo el peso a las jóvenes promesas surgidas de inferiores, porque ellos en ningún momento se quisieron involucrar en la idea de manchar al club que les dio la posibilidad de crecer y de jugar en la tercera categoría del fútbol argentino. En todo momento defendieron la camiseta con los argumentos fueron incorporando desde el primer día que llegaron a la institución. Y continuarán levantando la bandera futbolística que les encomendó Fabián Sanchez en su paso como entrenador de la primera local. El futuro no está muy lejos, lo vemos cada domingo en las canchas de la ciudad.
La prioridad es terminar el calvario que vivió en esta temporada y permanecer en la categoría. Quizá en pocas horas en un resultado favorable en Mar del Plata pueda llevar buenas noticias a Tres Arroyos. Después los dirigentes y el cuerpo técnico se podrán sentar a discutir cómo encarar el entrante año futbolístico. Pero en esta instancia, inesperada para todos hace 3 meses, los 11 que se pongan la casaca con el globo en el corazón y representen al equipo de la ciudad, tendrán la misión de dejar la vida durante noventa minutos fundamentales para Huracán en su vida deportiva e institucional. Así cómo aquellos equipos que lograron ascender en 1999, 2001 y 2004 sacaron un plus de adentro que los derivó en la gloria eterna, el que comanda actualmente Zwenger necesita imitar aquellas epopeyas del fútbol tresarroyense y alejar los neo fantasmas de la promoción.

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